Índice de Desarrollo Humano (IDH) Es un indicador integral desarrollado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en 1990 para evaluar el nivel de vida, la educación y la longevidad de las poblaciones en países de todo el mundo, permite comparar el potencial humano y la calidad de vida entre diferentes territorios, identificando fortalezas y debilidades del desarrollo, una metodología propuesta por primera vez por el economista paquistaní Mahbub ul-Haq.
Principales componentes del IDH
El IDH se calcula sobre la base de tres indicadores clave:
- Esperanza de vida - Refleja la salud y longevidad de la población.
- Nivel educativo - Incluye:
- Duración media de la educación de la población adulta (25 años y más).
- Duración prevista de la educación de los niños en edad escolar.
- Nivel de vida - Medido por el ingreso nacional bruto (INB) per cápita, teniendo en cuenta la paridad del poder adquisitivo (PPA).
Metodología de cálculo
Para cada componente, un índice se define mediante la fórmula:
Índice = (Valor real «Valor mínimo) / (Valor máximo «Valor mínimo)
Por ejemplo, para la esperanza de vida:
- Valor mínimo: 20 años.
- Valor máximo: 85 años.
El IDH final se calcula como la media geométrica de los tres índices. Por ejemplo, para un país hipotético con los siguientes indicadores
- Esperanza de vida: 75 años (índice 0,846).
- Educación: 0,75.
- INB per cápita: 0,667.
HDI = raíz de (0,846×0,75×0,667) = 0,751.
Clasificación de países
Los países se dividen en cuatro grupos:
- Muy alto (≥0,800): Noruega, Suiza, Australia
- Alto (0,700 -0,799): Rusia, China
- Promedio (0,550-0,699): India, Brasil
- Bajo (<0,550): Nigeria, República Centroafricana
Críticas y limitaciones
- No tiene en cuenta la desigualdad: el IDH se basa en promedios, lo que oculta desequilibrios internos.
- Ignora la calidad de la educación: evalúa sólo el número de años de estudio, y no su eficacia.
- No incluye factores ambientales y sociales: Por ejemplo, seguridad, nivel de corrupción.
- No refleja percepciones subjetivas de bienestar y aspectos psicológicos de la calidad de vida.
- No muestra la distribución del ingreso dentro del país.
Áreas de aplicación del IDH
El IDH sigue siendo una herramienta clave para evaluar el progreso en el desarrollo humano, pero requiere complementarlo con otros indicadores para obtener una imagen completa. Se utiliza para comparaciones internacionales del nivel de desarrollo del mundo, sus regiones y países individuales en términos de capacidades humanas.
Algunas áreas de aplicación del IDH son
- Características comparativas de diferentes países y regiones. El IDH permite distinguir entre países desarrollados, en desarrollo y subdesarrollados, y evaluar cómo las políticas económicas afectan la calidad de vida.
- Identificar tendencias en desarrollo. Cambiar el IDH con el tiempo permite evaluar el progreso de un país en desarrollo humano.
- Identificación de factores que influyen en el nivel de desarrollo humano. El IDH ayuda a identificar desigualdades en el acceso a la educación, la salud y otros recursos dentro de un país.
- Evaluar la eficacia de políticas y programas destinados a mejorar el nivel de vida y el bienestar de la población.
- Desarrollar recomendaciones y estrategias para mejorar las condiciones de vida de las personas.
- Úselo para subvenciones y asistencia internacionales.
- Impacto en el atractivo inversor de los países.
Desde 2010, se ha introducido un IDH ajustado (IDH) que tiene en cuenta las desigualdades, lo que lo convierte en una herramienta de análisis más precisa.